lunes, 10 de abril de 2017

Primera conversación con Guillermo Muñoz de Escritorio Empresa de Corfo

Nos fuimos a conversar a un cowork del Banco Santander llamado Work Café, en la calle Bombero Ossa.
No lo conocía y me pareció notable; algo nuevo, bien montado, con guardias a la entrada, buen servicio y cómodos asientos donde conversar.

Bueno, esta idea de hacer un blog, donde conversar acerca de cómo la tecnología está cambiando la relación entre los ciudadanos y el Estado, fue tuya, le dije a Guillermo.
Y yo le agrego que el formato, debiese ser el del diálogo, más que el de la entrevista, donde alguien hace las preguntas y el otro responde. Y esto en la línea del los nuevos "TED dialogues" de TED, donde buscan nuevas formas de comunicación, preocupados, pues tienen el juicio de que ya nadie escucha a nadie.

Guillermo lidera el proyecto Escritorio Empresa que opera en Corfo, mandatado por el Ministerio de Economía, que busca proveer de una ventanilla única digital donde progresivamente se integren los trámites entre el ciudadano empresario y el Estado. Y a la pasada optimizar los procesos, eliminando o automatizando algunos pasos.

Me dice que ese proyecto, apunta directamente a usar la tecnología para cambiar la relación entre los ciudadanos y el Estado.
Y agrega, que ese proyecto está modificando las relaciones entre las instituciones del Estado, unas con otras.
Habla aquí de interoperabilidad entre los actores, cada uno con su rol y aportando datos e información.

Por ejemplo, qué son los certificados ? Son datos o información que una institución posee de un ciudadano y que esta entrega en un papel o en un certificado digital que lo certifica, habitualmente para que otra institución del Estado lo utilice para otro trámite.
Bueno, según la nueva ley 19.880 de procedimientos administrativos, con el manejo digital de los trámites entre ciudadanos y el Estado, cada vez que se requiera ese dato o información que otra institución dispone, es la misma aplicación Escritorio Empresa,la que lo va a buscar, en forma digital, automática y transparente para el usuario.
Ello reduce significativamente los tiempos y costos de tramitar con el Estado.

Otro aspecto significativo que ya empieza a vislumbrar con el proyecto Escritorio Empresa de Corfo, es que al integrar servicios entre instituciones, se puede seguir su trazabilidad y detectar los cuellos de botella. Con esa información es posible y mucho más fácil, mejorar la eficiencia del Estado.

Por todas estas cosas podemos hablar que la tecnología conlleva lo que llamamos la modernización del Estado.

Guillermo me comparte, que el anhelo de realizar todas estas mejoras o modernizaciones del Estado, es lo que hace que quiera permanecer en este proyecto.
Viven un momento crítico, en el último año de este gobierno, en que pretenden dejar un paquete redondo, fácil de utilizar por el ciudadano, con un buen volumen de transacciones o trámites ejecutados, de manera que el siguiente gobierno, cualquiera sea su color político, quiera y decida continuarlo.
Igual piensa que la idea es ineludible para cualquier gobierno, así que en el largo plazo, todo esto que soñamos, debiera ocurrir.

construyendo puentes
No quiere dejar de decir que todo lo que han hecho se cristalizó sobre lo realizado por otras personas anteriormente.

Considera que hace falta una agencia más empoderada (algunos países lo tienen implementado a nivel de un ministerio) que centralice todas las acciones de modernización del Estado a través de la tecnología.

Finalmente, señala que la tecnología es un habilitador de posibilidades, y que será la actitud de las personas las que permitirán en definitiva que ello se transforme en realidad.

Si queremos de verdad modernizar el Estado, señala Guillermo, debemos partir por hacer ajustes culturales.
Por eso le da enorme importancia a la gestión de recursos humanos a nivel de las instituciones del Estado. Ello con el objeto de mejorar la calidad del servicio, pensando en primer lugar, en el usuario final, en la persona del ciudadano.
Y no en los procedimientos, que así como están las cosas, los funcionarios viven en un miedo permanente al sumario, por cualquier desajuste a las reglas.

Pero, para que ello ocurra, Guillermo estima que se requieren acuerdos políticos transversales ya que cambiar la lógica cultural del Estado no es tarea fácil; el desafío es cómo se pone en el centro del quehacer de los funcionarios públicos la preocupación por las necesidades de los ciudadanos, sin perder el control en el uso de los recursos de todos los chilenos.

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